miércoles, 3 de julio de 2013

Gratificación o gratitud



Dice Mihaly Csikszentmihalyi en su libro Flow:
"El placer es una fuente de motivación poderosa, pero no produce ningún cambio; es una fuerza conservadora que nos hace desea satisfacer las necesidades que se experimentan, conseguir bienestar y relajación. 
Por el contrario la gratificación no siempre es placentera y a veces puede resultar sumamente estresante. 

Un escalador puede estar a punto de congelarse, totalmente exhausto, correr el peligro de caer por una grieta sin fondo, pero no cambiaría ese sitio por ningún otro. Dar sorbos a un cóctel bajo una palmera al borde de un océano color turquesa está bien, pero no es comparable a la exaltación que siente en ese risco helado"





El resultado del esfuerzo es quizás el secreto que nos lleva al verdadero disfrute, aceptando el término como opuesto a placer. Cuando sentimos la gratificación, asociada esta palabra a "gratitud", se ha dado la oportunidad de "agradecernos" a nosotros mismos lo logrado. No puedo pensar en este momento en una situación más gratificante que la de recibir el agradecimiento por nuestras acciones.
Si además ese agradecimiento nace de nosotros mismos hacia nuestros actos, ese reconocimiento es supremo.

Permitirse el sentimiento de gratitud por nuestros logros, darnos las gracias, debería ser un ejercicio constante de cada uno de nosotros.
Comienzo dándome las gracias a mí misma por mis pequeños  logros que tanto esfuerzo me exigen.




No hay comentarios:

Publicar un comentario